Es evidente que como mujeres, históricamente se nos han asignado ciertos patrones de comportamiento o un "deber ser", que se ha inculcado desde un sistema social, político, económico, y cultural.
Nuestro papel en la sociedad, en ocasiones ha sido invisibilizado, sin embargo, también es parte clave de luchas y reivindicaciones importantes; hoy quiero hablar específicamente sobre el rol que Dios nos ha dado desde el momento de nuestra creación, pues esto, va ligado al gran propósito con el que El nos estableció como AYUDA IDÓNEA en el mundo.
Ahora bien, ¿Cómo entendemos nosotras eso de la ayuda idónea? ¿Cómo la entiende la sociedad? ¿Cómo la entiende la iglesia?. Para respondernos esto, es importante que en primer lugar nos acerquemos a la palabra, al Dios de la biblia.
Tenemos que remontarnos al comienzo, con génesis 2:18- Y dijo Jehová: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea". Empezando desde ahí, comprendemos que lo idóneo, refiere a ser capaz, suficiente, ser apto, adecuado o dispuesto; o mejor aún, desde el hebreo, con su significado original "Ezer", se relaciona a dar un respaldo significativo, o rescate según la necesidad.
Desde aquí, quiero que nos desdibujemos de la mente, que Dios nos creó para ser simples "colaboradoras"; o , con la misión de completar, sin más, sin algún otro propósito... contrario a ello, estamos llamadas a complementar, y entendiendo esto, no hay inferiores o superiores entre hombres y mujeres, sino, más bien, acuerdos de protección y cooperación.
La misión, y el propósito tanto del hombre, como de la mujer, refiere a glorificar y servir al Señor, de maneras distintas, pero al final, ese es el verdadero propósito de nuestra creación. Como dice la palabra “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”-Mateo 22:37–39
En este orden de ideas, sabemos que, desde los valores éticos, morales y culturales, de la sociedad, se puede tergiversar lo "idóneo", y no ser visto desde lo bíblico, sino desde la mirada que le da mundo. Ello nos puede confundir, plantearnos como ‘’mujer idónea’’, pero no en función del objetivo que Dios tiene para nosotras y nuestras vidas; pueden hacerte creer que debes llenar un "check list" de requisitos, para ser suficiente para una persona, para un trabajo, o para tantas otras situaciones, que Dios no tiene pensadas para ti, y que no están en el plan perfecto de El. Por lo anterior, es importante que establezcamos una diferencia entre lo que es idóneo o ideal para la sociedad, en contraposición de lo que es verdaderamente para Cristo.
Leyendo proverbios 31:10, que nos dice: "Mujer ejemplar, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas", pienso que Dios nos ve a todas así: preciadas, valiosas como un tesoro, y estoy segura que así mismo el quiere que guardemos nuestro corazón primeramente para Él y confiemos plenamente en sus promesas.
Se que algunas personas se cuestionan mucho con ese concepto de ‘’ayuda idónea’’, pero si lo vemos desde el plano espiritual y bíblico, nos damos cuenta que es un papel que está lleno de dignidad y fortaleza; es pensarnos que tenemos virtudes propias del Señor en nosotras mismas, lo cual, relaciono con una cita que me gusto mucho respecto a ello: ‘’Y si Dios no se avergüenza de llamarse ayudador de su pueblo ¿no deberíamos nosotros llenarnos de gozo al saber que esta característica de Dios fue estampada en nosotras de manera especial en la creación?- Laura Gonzalez de Chavez, libro mujer verdadera, 2017.
Pues, en efecto, Dios es ayuda, que protege, defiende y sana.
Para finalizar, quiero que nos tomemos un tiempo para reflexionar si somos idóneas, para nuestra vida en Cristo, fuera de estar en pareja, de estar soltera, casada, y demás, ¿somos mujeres idóneas en su palabra? Es sumamente importante vivir conforme a sus mandamientos y mantener una relación íntima con Él, porque de este modo, nos podemos abrazar al diseño que Dios ha dado para nuestras vidas, y entender el trasfondo de ser ayuda idónea.
Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro. Abre su boca con sabiduría, y su lengua se rige por la ley del amor. Proverbios 31:25-26
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