
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Posiblemente, estás preocupado por la situación actual, la salud, el dinero, los problemas familiares, y demás; sin embargo, hay personas que se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas incluso, cuando no hay ninguna razón aparente para preocuparse. No soy doctora, ni tampoco tengo la cura exacta para los días difíciles, pero si quiero comentarte que existe un tratamiento bíblico que nos puede llevar a la libertad. Muchas de nuestras preocupaciones diarias giran en torno al miedo de lo que pueda suceder en el futuro, no obstante, en medio de las preguntas, Dios nos recuerda que podemos confiar en Él. En la biblia está escrita 365 veces la frase: ‘’no temas’’, porque Dios quiere confírmanos, que, así como tiene cuidado de las aves, obviamente lo tiene por cada uno de sus hijos. En Juan 14:27, la palabra dice “la paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”. El hijo de Dios, quiere recordarte que la paz es una herencia. Jesús dice ‘’la paz os dejó’’, refiriéndose a que, en medio de toda situación, aún en medio de la aflicción, aún en medio del dolor, todavía podemos vivir llenos de calma y tranquilidad. Cuanto más conoces y te aferras a la palabra, puedes darte cuenta que Jesús no prometió un alivio temporal, el prometió caminar contigo paso a paso hasta hacerte libre de toda cadena que te tiene atado, preocupado, ya sea por tu pasado, presente o futuro. Recuerda que, si caminas con el dueño del barco, El aquietará las olas en medio de la tormenta. Es tiempo de apropiarnos de la palabra y tatuarla en nuestro corazón para que cuando el enemigo quiera venir a inquietarnos con sus mentiras, nos podamos sujetar fuerte la verdad: Jesús. •FILIPENSES 4:6-7 6 no se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
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